Panorama Político de Río Negro
Incertidumbre

Río Negro en el camino hacia las elecciones 2025: el oficialismo tiene complicada la banca en el Senado

El partido de Alberto Weretilneck, el peronismo sorista, Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza ya empiezan a dirimir bancas en el Senado. (Dibujo: NOVA)

A menos de un año de las elecciones legislativas nacionales de 2025, la provincia de Río Negro se prepara para una contienda electoral que, hasta el momento, se perfila como una de las más competidas en los últimos tiempos. Con un escenario de polarización creciente a nivel nacional, los principales partidos provinciales y nacionales se ajustan a las estrategias para lograr representación en el Congreso.

Sin embargo, uno de los principales puntos de incertidumbre está en las posibilidades de Juntos Somos Río Negro (JSRN) de lograr obtener una banca en el Senado que deja Monica Silva, un desafío que se torna cada vez más difícil conforme avanzan los meses.

En este contexto, la coalición liderada por el actual gobernador, Alberto Weretilneck, se encuentra ante un panorama complejo. A pesar de ser una de las principales fuerzas provinciales y haber consolidado un sólido apoyo local, las posibilidades de JSRN de conseguir un lugar en el Senado parecen complicadas.

La falta de una estructura nacional que acompañe sus postulaciones y la fragmentación del voto en la provincia ponen en riesgo las aspiraciones del oficialismo provincial. Los analistas políticos coinciden en que, a pesar de la popularidad del gobernador a nivel provincial, su espacio enfrenta enormes dificultades para trasladar ese apoyo a la arena nacional.

La principal competencia de JSRN proviene de las fuerzas nacionales con mayores posibilidades de obtener representación en el Senado. El peronismo sorista, liderado por figuras como la intendenta de Roca, María Emilia Soria y su hermano, el diputado nacional Martín Soria, es uno de los partidos con mayores chances de llevar a un senador a la Cámara Alta. El justicialismo rionegrino mantiene una fragmentada estructura sólida, lo que le otorga una ventaja significativa en términos de recursos y apoyo a nivel nacional.

Por su parte, La Libertad Avanza (LLA), el espacio liderado por Javier Milei, se ha posicionado como una alternativa política emergente que tiene un creciente caudal de votos en varias ciudades de la Provincia. Con una propuesta de cambio radical en la política tradicional, el sector de Milei ha logrado captar a un importante sector del electorado rionegrino que busca nuevas opciones fuera del bipartidismo clásico. En este sentido, LLA podría convertirse en un competidor serio para las bancas del Senado, al menos por la forma en que ha logrado calar en el sentir de una parte significativa de la ciudadanía.

Otro de los actores clave en esta disputa es Juntos por el Cambio (JxC) liderado por otro diputado nacional como Anibal Tortoriello, que a nivel nacional, está trabajando para consolidarse como la principal alternativa frente al peronismo.

En Río Negro, la coalición opositora también tiene chances de lograr representación en el Senado, con figuras locales y nacionales que trabajan para atraer al electorado moderado y disconforme con la gestión del gobierno provincial.

En este complejo panorama electoral, la figura de Alberto Weretilneck sigue siendo clave. Aunque el gobernador busca mantenerse como una pieza central dentro de la política rionegrina, su relación con el oficialismo nacional complican la consolidación de su candidatura. A pesar de ello, Weretilneck sigue siendo un referente para muchos, y su rol en las elecciones legislativas podría ser decisivo en la disputa por las bancas en el Congreso si elige al actual vicegobernador Pedro Pesatti, quien es otro eslabón que podría sumar votos, pero no suma la representación que tiene vigente Weretilneck.

A medida que se acerca el 2025, las fuerzas políticas provinciales también se enfrentan al reto de movilizar el voto en un contexto de creciente desconfianza hacia los políticos tradicionales. La fragmentación del electorado y las nuevas opciones que emergen con fuerza, como La Libertad Avanza, aumentan la incertidumbre respecto a quién logrará conquistar la confianza de los rionegrinos para representar a la provincia en el Senado.

En cuanto a Juntos Somos Río Negro, el desafío es doble: no solo deben asegurarse de mantener su base electoral en la provincia, sino también de forjar alianzas con fuerzas nacionales que les permitan tener un impacto en el Congreso. Sin embargo, esta falta de representación a nivel nacional limita sus posibilidades de capitalizar el apoyo local y crear una red de apoyo sólida en la arena legislativa.

Mientras tanto, la competencia entre el peronismo sorista, La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio se intensifica. Los tres espacios políticos ya han comenzado a delinear sus candidaturas y sus estrategias para atraer el voto en un contexto en el que las promesas de cambio, de continuidad o de moderación parecen ser los ejes de la campaña. Los rionegrinos se preparan para un 2025 de intensa polarización, donde los partidos nacionales intentarán desplazar a las fuerzas locales y obtener representación en el Senado.

Finalmente, las elecciones de 2025 se presentan como un desafío crucial para Río Negro. Si bien Juntos Somos Río Negro sigue siendo una fuerza política importante en la provincia, las chances de acceder a una banca en el Senado parecen más complejas frente al ascenso de las alternativas nacionales. Lo que ocurra en los próximos meses, a medida que se cierre el proceso electoral, definirá el futuro político de la provincia y el lugar que ocupará Río Negro en el Congreso Nacional.

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