La dependencia de los subsidios nacionales es evidente, ya que el ingreso por boletos apenas cubre una parte marginal de los costos operativos. El gobierno nacional acumula demoras de dos a tres meses en la remisión del "fondo compensador". El secretario de Transporte provincial, Juan Ciancaglini, reconoce la dificultad de evitar crisis salariales debido a esta situación.

La provincia se compromete a aportar un subsidio equivalente al del gobierno nacional, pero las demoras persisten. El nuevo gobierno nacional, liderado por Javier Milei, no muestra voluntad de resolver el problema y, según las primeras señales, podría disminuir los aportes. Ciancaglini busca una audiencia urgente con el nuevo ministro de Infraestructura de la Nación, Guillermo Ferraro, para abordar el futuro de los subsidios.

En Bariloche, el municipio subsidia a Mi Bus con aportes crecientes de dinero, garantizando el equivalente a 49,529 litros de Infinia Diesel por semana. Este aporte mensual asciende a 197 millones de pesos. La incertidumbre sobre el futuro del transporte urbano persiste, y el municipio evalúa una "reformulación del contrato" con Mi Bus, que vence en tres años.

La crisis afecta también a otros municipios de la provincia, donde la situación se enfrenta con medidas paliativas y la esperanza de mantener los subsidios nacionales. El secretario de Transporte aboga por una discusión sobre la eficiencia del transporte y la revisión de las gratuidades en los boletos, cuestiones que son responsabilidad de los municipios.

La inflación y el aumento de insumos a precio dólar agravan la situación, y la falta de claridad sobre los subsidios nacionales genera preocupación en toda la provincia. La incertidumbre persiste mientras las autoridades buscan soluciones para evitar el colapso del transporte urbano en la provincia.