El sábado por la tarde en el barrio Flamingo de Cipolletti un repartidor fue asaltado. El joven iba a realizar un reparto de pan a una despensa de la calle J.M París, cuando un asaltante lo sorprendió apuntándolo con un arma. Como estos, muchos casos más.

En muchos otros, los vecinos denuncian que “las ciudades se han convertido en tierra de nadie” y reclaman al Gobierno provincial, encabezado por la gobernadora Arabela Carreras, que proporcione los recursos necesarios a las fuerzas policiales, pero no hay respuesta.

Tampoco la ministra de Seguridad de Río Negro, Bettiana Minor, logra afrontar el desafío de abordar el creciente aumento de la inseguridad, debido a la falta de apoyo por parte del Gobierno.

La escasez de recursos es una realidad evidente en las comisarías, que a diario se ven obligadas a cubrir extensas áreas con recursos limitados. La falta de elementos básicos y la carencia de personal dificultan el desempeño de sus funciones.